El surgimiento del paraíso del turismo propiamente dicho en
Cuba durante
este periodo confirmó su externalidad, es decir, la
dependencia de factores costa afuera derivados de la coyuntura de
EE.UU. y mundial, los que determinaron que este sector
evolucionara en forma oscilante durante la primera mitad del
siglo.
Por otro lado, a la par marcaría el inicio de un
importante crecimiento de la planta hotelera, las llegadas de
visitantes y los ingresos,
así como desarrollando ciertas características
negativas que distinguirían particularmente la
década de los años 50.
Década del
50
Habiendo comenzado pocos años atrás, en
esta década se desarrolla una importante carrera en la
construcción de hoteles para el turismo, llegando a alcanzar
en 1958 la cifra de 128 las instalaciones hoteleras y a 7 728 las
habitaciones ofertadas al turismo internacional (las habitaciones
crecieron a un ritmo promedio anual de 3.6% de 1950 a 1958). Del
total de 7 728 habitaciones, 5 119 (66%) radicaban en La Habana y
999 (13%) en Matanzas, fundamentalmente en Varadero. Es necesario
señalar que la planta hotelera construida en este periodo
es significativa por sus modernas características y buena
calidad.
Lo anterior le garantizaba a Cuba el mantenimiento
de una posición de liderazgo en
el sector turístico del Caribe durante la década
del 50, la cual culmina tras los cambios ocurridos a partir de
1959 que se explicarán más adelante.
Nota: para esta información se tomaron sólo los
datos de E.
Villalba, pues no coinciden enteramente con los del Instituto
Cubano del Turismo y la Dirección General de Inmigración, citado por el Informe No. 4 del
Banco Nacional
de Cuba. Por ejemplo para el año 1957, estas instituciones
reflejan 280 563 turistas lo que unido a los cruceristas hacen un
total de 355 805 visitantes
En 1957 se reciben además 75 242 excursionistas,
para un total de 347 508 visitantes, lo que establece un
crecimiento medio anual en el periodo 1950-57 de los turistas de
7.3% y de los visitantes de 8.7%. A su vez, los ingresos totales
por turismo que en 1950 eran de 17.1 millones de dólares,
se elevaron 62.1 millones para un crecimiento medio anual de
20.2%, para lograr 175 dólares de ingresos por visitantes
en el año 1957, igualando este indicador al ya alcanzado
en 1945. Las cifras de visitantes e ingresos comienzan a bajar en
1958 debido a la Guerra de
Liberación en Cuba y en los subsiguientes años, se
reduce notablemente la llegada de turistas a Cuba.
El valor de las
inversiones
americanas en Cuba se redujo en un 25,4% entre 1929 y 1953, a
pesar de que en el total de América
Latina se registró un aumento general de un 73.3%.
Tan es así que los pagos por rendimiento de capital entre
1946 y 1958 alcanzaron la cifra de 637 millones de
dólares, mientras que la entrada de capital en este
periodo sólo fue de 433 millones de dólares,
situando algunos autores la cifra aproximada de 1001 millones
como valor de las inversiones norteamericanas en Cuba en 1958.
Este es precisamente el nicho que encuentran ciertos intereses
vinculados a la mafia para enrolarse fuertemente en el sector
turístico de Cuba.
En la primera mitad de la década del 50 se
fundaron o ya existían los hoteles Comodoro, Copacabana,
Bruzón, Vedado, Chateau -Miramar, Colina, Rosita de
Hornedo, Lido y otros. Al finalizar la década se
habían inaugurado hoteles como St. John's, Capri,
Copacabana, Riviera, Flamingo. Deauville, Habana Hilton
así como el Hotel
Internacional de Varadero.
En los grandes hoteles se desarrollaron los salones de
juego,
llegándose a decir que no eran hoteles, sino casinos de
juego con alojamiento y otros servicios. Con
la apertura de los grandes hoteles Capri, Riviera y Hilton entre
1957 y 1958 se consolidó la penetración de la mafia
en Cuba en contubernio con las autoridades gobernantes, sellada
con la visita de Meyers Lansky a Cuba y el manejo de Santos
Traficante del hotel Capri
La balanza turística del país, fue
negativa a todo lo largo de la década del 50, dado a que
los que podían hacer turismo en Cuba gastaban más
en el exterior que los turistas que recibía en el
país. No obstante, hay que hacer la salvedad que esta
balanza se convirtió en positiva entre los años 56
y 58 debido a la influencia del juego fundamentalmente, lo cual
no excluía el escape posterior del país de estos
ingresos. Los tres años mencionados representaron 16, 34 y
36 millones de dólares adicionales de ingresos por
concepto de
juego, los que si se excluyen, mantienen negativa la balanza
turística del país en estos años
también.
Como es lógico, en la década del 50, la
mayoría de los visitantes continuaban siendo
norteamericanos. El peso promedio en la procedencia
estadounidense de los turistas que viajaron a Cuba durante la
década del 50 osciló entre 85 y 86.7%, lo cual no
tiene en cuenta a los excursionistas, en donde con más
razón aún, predominaban viajeros de
EE.UU.
Cuba, teniendo una magnífica base de sol y playa
con recursos
naturales prácticamente virginales, siendo en propiedad
primer receptor del turismo en el Caribe y encontrándose
entre los primeros destinos mundiales del turismo en esa
época, no desarrollaba ni explotaba las mejores aristas de
los atractivos del país, su naturaleza, su
música y
sus artes, la idiosincrasia de su población, su historia, su arquitectura,
sino otros aspectos que eran rechazados por la población,
lo cual corría parejo con que los principales beneficios
del turismo no favorecían al país, sino que
quedaban en los bolsillos de los norteamericanos,
políticos inescrupulosos y la alta burguesía
local.
Desarrollo
turístico del 1959 al 1990
Con el triunfo de la Revolución
en 1959, se realizan de inmediato una serie de medidas de
carácter popular, incluida la Reforma
Agraria, lo que generó un fuerte proceso de
enfrentamiento de los EE.UU. con Cuba, la eliminación de
la cuota azucarera cubana en el mercado de EE.UU.
en julio de 1960 y una serie de medidas y contramedidas que
desembocaron en la radicalización de la Revolución
y en la nacionalización de los medios de
producción fundamentales del
país.
Todo esto se expresó inmediatamente en la
contracción del principal mercado emisor de turistas de
donde provenían los turistas en América, alterando la situación de
las llegadas a Cuba y al Caribe.
La reducción del transporte
aéreo, el rompimiento de relaciones de EE.UU. y de la
mayoría de los países vecinos con Cuba y la
implantación y paulatino recrudecimiento del bloqueo
norteamericano, así como las conmociones internas vividas
en Cuba en medio de una decisiva lucha de clases, terminaron por
reducir rápidamente, e impedir poco tiempo
después, el arribo de turistas procedentes de
Norteamérica como mercado natural y tradicional de Cuba.
En medio de aquella situación, no había condiciones
objetivas para estimular en la práctica ningún tipo
de turismo internacional.
En 1961 el arribo de turistas se reduce a poco
más de 4 000 y en los años inmediatos subsiguientes
no pasaba de los dos o tres millares, extendiéndose esta
situación hasta los años 1974 y 1975 cuando
recomienza una nueva etapa del turismo internacional en el
país.
La aspiración primordial a partir de 1959 fue dar
prioridad al turismo nacional y a la vez eliminar secuelas de los
aspectos negativos que quedaran de las características del
turismo en el período anterior. Un lema de la época
basado en una canción muy popular de la época
señalaba: "Conozca a Cuba primero y al extranjero
después."
Una de las primeras medidas decisivas fue la
creación del Departamento de Playas para el Pueblo
(febrero de 1959) y el otorgamiento de créditos a esta institución para
facilitar el disfrute masivo de la playa y sin ningún tipo
de discriminación. Se acondicionaron, entre
otras playas, los servicios
públicos en Bacuranao, El Salado, El Mégano y
Arrojo Bermejo.
En el propio año 1959, el 20 de noviembre,
se creó el Instituto Nacional de la Industria
Turística (INIT) con facultades de fiscalización
para toda la actividad turística y de administración de las empresas, algunas
de las cuales empezaban de un modo u otro a ser gestionadas por
la dirección del estado.
Hasta el 24 de octubre de 1960 fueron intervenidos por
los Ministerios de
Recuperación de Bienes
Malversados, de Hacienda y de Trabajo, entre
otros, los hoteles Hilton, Deaville, Nacional, Capri, St. John"s
y Rosita de Hornedo, el Cabaret Tropicana y el Restaurant
Monseigneur, así como se confiscaron el Hipódromo
Oriental Park y el Balneario La Concha.
En este período se reordenó el turismo en
tres zonas: Occidente, Centro y Oriente, buscándose nuevos
lugares donde realizar turismo para lograr un mejor equilibrio
nacional en el aprovechamiento de los recursos
turísticos.
Además, se edificaron diversas obras, centros de
pesca, caza,
parques nacionales, centros turísticos, de recreación
y hoteles.
Como parte de la ampliación del servicio
turístico al público cubano, comenzó a
desarrollarse en 1961 el denominado "Plan CTC" para
estimular a los mejores trabajadores con los viajes de
turismo internacional hacia los en aquel momento denominados
países socialistas, con cifras muy modestas
Reapertura del turismo internacional a partir de
1973
A mediados de la década del 70 hay una reapertura
del turismo bajo las consideraciones de exponer los mejores
atractivos naturales y los nuevos aspectos socioeconómicos
creados en el país. Desde el año 1973
existió la idea de ampliar el turismo internacional, lo
cual se favoreció por la existencia de mejores condiciones
internas y externas para su desarrollo. Un
panorama internacional relativamente más favorable para
Cuba, con el recibo de importantes créditos de
países de economía de mercado y mejores y más
estables relaciones con los países del bloque socialista,
sobre todo a partir de la incorporación de Cuba a Consejo
de Ayuda Mutua Económica, junto a la superación de
una primera etapa de supervivencia y ajuste de la Revolución
Cubana, dieron como resultado la posibilidad de ir
concretando el reinicio del turismo internacional en
Cuba.
Al tomarse determinadas medidas para estimular el
turismo internacional, se observa un notable crecimiento, por
ejemplo, de 2 646 turistas en 1972 a 39 700 en 1975, lo que
ofreció la perspectiva de que el turismo internacional
pudiera ser una rama de la economía que
produjera montos no despreciables de ingresos en moneda
libremente convertible y complementara el esquema de desarrollo
económico que se proponía sustentar en la
industrialización del país, con base en la
industria azucarera, y en productos como
níquel, cítricos, tabaco, productos
del mar, etc.
El ascendente turismo internacional se refuerza con la
creación en 1976 del Instituto Nacional de Turismo
(INTUR), con facultades fiscalizadoras y a la vez
administrativas, pero con el ánimo de dar un nuevo impulso
al turismo internacional, sin desatender el nacional,
haciéndose sentir desde el principio su gestión
orientadora, de capacitación, comercializadora,
publicitaria y de captación de mercado para el disfrute de
las ofertas cubanas.
En este período se construyen nuevos hoteles y se
reporta en 1978 una capacidad hotelera de 9218 habitaciones con
unas 17,000 plazas. En esta misma fecha, la recepción
total de visitantes alcanzó la cifra de 96 652 (61 429
turistas y 8 500 excursionistas procedentes de los países
de economía de mercado y 26 723 visitantes de los
países socialistas, equivalentes a 22 024 turistas y 4 699
excursionistas). Los ingresos totales reportados ascendieron a
26.2 millones de dólares.
Se organiza el turismo en un conjunto de empresas
estatales de alojamiento, turismo y descanso, comercio,
abastecimiento, construcción, transporte y otras
actividades. En 1978 se crea el Tour Operador Internacional
Havanatur S. A. con el objetivo
fundamental de traer turistas a Cuba y poco después de
operar el turismo de cubanos residentes en EE.UU., que
constituyeron una explosión durante los años 1979 y
1980.
Los ingresos por el turismo en 1987 ascendieron a 111.7
millones de dólares, representando un 11 % de todos los
ingresos en divisas para el
país y las llegadas turísticas este año
ascendieron a 211 464 visitantes (179 699 procedentes de
países de economía de mercado y 31 765 procedentes
de los países socialistas), para un crecimiento medio
anual 1978/1987 de los ingresos de 17.5% y de las llegadas de 9%.
Los ingresos medios por visitante, que no legaban a los 200
dólares antes de l959, en este año se elevan a 627
dólares. Al siguiente año 1988 se reportaban 15 506
habitaciones como capacidad hotelera total, para un crecimiento
medio anual de 5.3 % en el periodo 1978/1988.
Notas: los visitantes incluyen a los
procedentes de la economía de mercado y a los de
países socialistas.
Quedó registrado el año 1987 como el punto
que incorpora al turismo dentro de los tres programas
priorizados por el país. "Resultaba inminente lograr el
equilibrio de la cuenta corriente en la balanza de pagos,
y al menos a corto plazo, eran evidente que no serían las
exportaciones las
que lograrían un despegue como para anular un desbalance
comercial de más de 2 000 millones
dólares"
La Corporación Cubanacán S.A. creada en
1987, bajo la figura jurídica de una sociedad
anónima de capital estatal cubano, fue dotada de cerca
de una tercera parte de las propiedades de empresas estatales
pertenecientes al Instituto Nacional de Turismo y fue autorizada
a realizar asociaciones con capital extranjero para las
actividades turísticas y comerciales. Su objetivo
fundamental era desarrollar perspectivamente el turismo,
mejorando su calidad y eficiencia, sobre
todo a partir de nuevos polos en el centro y oriente del
país, así como fomentar nuevas formas de administración, más modernas y
flexibles.
En 1988 se creó el Grupo Gaviota,
con una vocación especial por la naturaleza y para atender
un turismo especializado de alto nivel que requería un
tratamiento personalizado, accediendo a poco menos del 10% de
capacidades existentes en el sector turístico y en otros
organismos de la economía. Gaviota como Cubanacan,
contaban también con varias prerrogativas especiales para
asociarse con los capitales extranjeros.
En 1988 el INTUR agrupaba producciones y servicios de 9
ramas de la economía nacional con un volumen de 455.9
millones de pesos, entre las que se destacaban alojamiento con
319.8 millones de pesos y Abastecimiento Técnico Material
con 52.5 millones de pesos.
En 1989 se acogen 326,300 visitantes y se ingresan 204
millones de dólares por dicho concepto, para un ingreso
medio por visitantes de 625 dólares, confirmándose
la significación alcanzada por el turismo entre los
proyectos
principales en la estrategia del
desarrollo económico, prácticamente a la cabeza de
las otras dos ramas priorizadas: la biotecnología y el programa
alimentario.
En 1990 se inauguró en Varadero el Hotel Sol
Palmeras, propiedad de la primera empresa mixta
creada en el turismo por empresarios canarios y vascos asociados
con la Corporación Cubanacán, y administrado por la
Cadena Sol Meliá. A partir del establecimiento de esta
asociación paulatinamente varias firmas extranjeras
más continuarían las relaciones con
Cubanacán (y posteriormente también con otras
empresas cubanas) en cuanto a la financiación, comercialización y/o administración
de hoteles en Cuba.
El Turismo
de los 90
El final de la década del 80 y el comienzo de los
90 encuentra al sector turístico de Cuba como uno de los
pocos sectores económicos del país que
mantenía un saludable nivel de crecimiento
económico ante la crisis en que
entraba el país con el proceso de desaparición de
los países socialistas de Europa del Este y
el recrudecimiento del bloqueo por parte de los EE.UU.
Durante la nueva década el turismo iría
convirtiéndose paulatinamente en el principal motor impulsor de
la economía y en una palanca importante en el reacomodo
del funcionamiento de todo el país y de su
reinserción en las relaciones
internacionales.
Una vez realizadas las principales transformaciones tras
el triunfo de la Revolución Cubana de 1959, se
podría afirmar que a finales de la década de los
80, los resultados acumulados indicaban un crecimiento medio del
PIB de 4.3%,
un aumento del 30 al 45 % del peso de la industria en la
economía y un crecimiento medio anual de 2 % de la
productividad
del trabajo.
Con el comienzo de la desintegración de los
países socialistas en 1989 en muy pocos años, Cuba
entra en una de las más graves crisis de su
historia.
Durante 4 años consecutivos se produce una
contracción de la actividad económica,
entrándose en un proceso denominado en Cuba "periodo
especial". De 1989 a 1993 se reduce la capacidad de compra
externa a un 25 % y el PIB baja un 35 %, operándose
prácticamente con el 50 % del combustible, equipamientos,
materias primas y alimentos
importados, lo cual redujo notablemente la producción y el nivel de vida de la
población.
Vínculo de las medidas tomadas con el
turismo
El turismo, producto de su
interacción con el resto de las medidas
tomadas, ha sido la punta de lanza en el inicio de la
recuperación económica. A la vez que ha sido
locomotora, por el efecto tracción hacia toda la
economía en su conjunto, también ha sido fuente
principal para la recuperación y expansión de una
buena parte de la industria, la construcción y la agricultura,
con lo cual se fortalece y hace más eficiente todo el
sistema
económico y el propio sector turístico. En
más de 2 siglos, en que la economía se ha basado
fundamentalmente en la producción azucarera, es la primera
vez que el país entra en un proceso de recuperación
sin que pase por ese sector, logrando el turismo por primera vez
esta preponderancia.
Así el turismo en los 90 en Cuba se
caracteriza por mejorar la actividad comercializadora y las
investigaciones de mercado, tanto por las nuevas
entidades como por las antiguas empresas. Se logran avances
discretos en las formas de administración y en la
elevación de la profesionalidad en todo el sector. Los
vínculos con Tour operadores independientes o asociados
con las cadenas hoteleras que empezaron a realizar operaciones con
Cuba, se ampliaron y varias entidades crearon sus propios
sistemas de
comercialización y recepción.
Se impulsó el proceso de construcción de
nuevos hoteles, así como el remozamiento de algunos ya
existentes, que se mantenían tradicionalmente en el gusto
y demanda del
turismo internacional, como el Hotel Inglaterra o el
Hotel Sevilla, por ejemplo. Se puso énfasis en el sistema
de capacitación y selección
del personal
turístico, en la idoneidad de cada trabajador en cuanto a
voluntad y capacidad para servir en este sector, creándose
11 escuelas de capacitación, una escuela de
animación, dos institutos politécnicos y varios
grupos
universitarios y de otros organismos de apoyo al
turismo.
Procedentes de los mercados de
Europa y Canadá principalmente, con el arribo de 340 mil
visitantes (327 mil turistas y 13 mil excursionistas, de ellos 7
mil pasajeros de cruceros) e ingresos por 243 millones de
dólares, en 1990 se había multiplicado por
más de 10 el número de turistas recibidos en
1975.
En estos años, el turismo es de los muy pocos
sectores que crecen, haciéndolo además
sistemáticamente y a ritmos considerablemente altos y
superiores a la mayoría de los países que avanzaban
interrumpidamente desde varias décadas atrás en el
camino turístico dentro del área de competencia del
Caribe.
Se puede observar estos crecimientos en el siguiente
gráfico:
Rediseño del turismo a partir de
1994
Con los niveles de crecimiento alcanzados y con la
experiencia adquirida en los primeros años de la
década, en 1994 se realizó un rediseño de
todo el sector de turismo del país.
No se podía mantener la misma forma de operar y
de competir en el mercado turístico para recibir unos
cuantos centenares de miles de turistas anuales, que para recibir
un millón y más turistas en los subsiguientes
años.
Se creó en 1994 el Ministerio de Turismo,
integrándose por 20 entidades hoteleras, extrahoteleras,
transportistas, de servicios y de aseguramiento. Sus principales
funciones
serían de orientación, coordinación, apoyo, política,
fiscalización y control.
Unido a la creación de otras empresas de
servicios y a la adaptación que se venía logrando a
los nuevos métodos de
trabajo de empresas con marcas
tradicionales como CUBATUR, la agencia de viajes
más antigua y tradicional del turismo cubano y de
TRANSTUR, insignia del servicio de transporte
turístico en Cuba, se crearon entre otras, las siguientes
empresas:
Gran Caribe S. A como primera cadena hotelera,
con servicios de alta calidad y hoteles fundamentalmente de 4 y 5
estrellas y una división de excelencia con restaurantes
como la Bodeguita del Medio, el Floridita y el Cabaret Tropicana.
En 1998 esta empresa contaba con más de 32 hoteles y
varios negocios
conjuntos con
cadenas y touroperadores internacionales.
Hoteles Horizontes S. A., con una diversidad de
ofertas hoteleras en las más importantes ciudades, en una
naturaleza pródiga por su variedad de flora y fauna y en playas
privilegiadas a todo lo largo del país.
Simultáneamente en este mismo periodo se
creó la Empresa
Habaguanex para atender el conjunto de las actividades
turísticas del Centro Histórico de la Habana
(declarado Patrimonio de
la Humanidad desde 1982), subordinada a la Oficina del
Historiador de la Ciudad y con el ánimo de revertir los
resultados preferentemente en la propia rehabilitación y
atención integral de la Habana Vieja y que
contaba en 1998 con más de 50 instalaciones entre
restaurantes, comercios, hoteles y hostales, agencia de viajes,
etc.
Paralelamente las empresas que se mantuvieron sin
cambios formales ni de subordinación,
(Cubanacán, Gaviota, Havanatur, Campismo
Popular, etc.) perfeccionaron su gestión y
además se institucionalizó un sistema de Agencias
de Viajes.
La entidad Finatur, creada desde 1992 consolidó
el financiamiento
en divisas para la producción de productos cubanos para el
turismo, lo cual se revierte en el aumento de la eficiencia del
sector, al consumir menos productos importados. Sólo en
1966, esta entidad financió producciones nacionales por 66
millones de dólares y además dedicó 18
millones de dólares a financiar el turismo nacional. En
este propio año, el peso de los productos producidos
nacionalmente para utilización del turismo se estimaba en
un 30%, el cual se elevó para 1997 a 41%.
En esta etapa se puso también mayor
énfasis aún en la capacitación
turística, creándose nuevos centros que actualmente
ascienden a 20 en todo el país. La Escuela de Altos
Estudios del Hotel Sevilla realiza la coordinación de la
capacitación nacional y cada entidad tiene además
su propio sistema de capacitación.
En este periodo se consolidaron y/o incorporaron a los
intereses del turismo en Cuba firmas internacionales
tradicionales como Meliá, Accor, Club Med, LTU/LTI, Riu,
Super Club y otras, perfeccionándose los mecanismos de
relaciones con el capital extranjero a partir de la ley 77 de
inversiones extranjeras aprobada en 1995.
Periodo 1995-2000
Junto con una distribución más racional del
turismo en las regiones prioritarias, se estimula la tendencia al
desarrollo del turismo especializado y otras nuevas modalidades y
combinaciones, de modo que se contribuya a la
diversificación del producto turístico de Cuba y al
enriquecimiento del turismo de sol y playa. Este producto, siendo
el principal, en los últimos años sobretodo, se
intenta ir variando su promoción más allá de los
estereotipos de playas-palmeras con la potenciación de
los valores
culturales, el desarrollo de actividades extrahoteleras y de los
destinos específicos con sello propio y
características particulares.
En ese periodo comienzan a madurar algunas de las
acciones que
venían realizándose desde años
anteriores, complementándose entre sí dichas
medidas. Los resultados se expresan en un crecimiento medio anual
de 19% de las llegadas y 12% de los ingresos. Las llegadas y los
ingresos en este periodo se muestran a
continuación:
Como se puede observar en 1996 se recibió
el primer millón de visitantes y a partir de 1998 ya se
recibieron más de 100,000 visitantes mensuales. A finales
de junio del año 2001, ya había recibido el primer
millón de turistas.
Los visitantes por países en 1999 y 2000 se
muestran a continuación (en miles de
visitantes):
En el 2000 los 8 primeros mercados emisores (con
más de 70 000 visitantes cada uno), emitieron 1 227 000
visitantes, representando el 69 % del arribo total. Otros
mercados en desarrollo y emergentes también presentaron
resultados positivos.
En conjunto la mayor parte de los clientes
recibidos aún tienen un perfil socioeconómico de
ingreso medio / medio bajo, aspirando a que crezcan con mayor
velocidad los
segmentos del mercado con perfiles más altos. A su vez,
unas tres cuartas partes acceden al país mediante paquetes
turísticos, pero también creció en alguna
medida el turismo que no es de paquete sino organizado de forma
individual.
Los ingresos medios por visitantes que
sistemáticamente venían creciendo (1482
dólares por visitantes en 1995), comenzaron a disminuir
progresivamente desde 1996, hasta llegar en el año 2000 a
1 098 dólares. Esta es una tendencia que también
han presentado los ingresos y las llegadas mundiales del turismo
internacional 1996-2000, no obstante se sigue de cerca para
tratar de contrarrestar los factores que puedan impulsar esta
situación.
Otros datos relacionados con el tema anterior se
refieren a la tasa de ocupación promedio de las
instalaciones de alojamiento que en 1995 ascendía a 52.6%
y en 1997 había alcanzado la cifra de 54%. En los
últimos años siguiendo otra fuente de
información que ofrece cifras un poco más elevadas,
también se observa mejoría (76.1, 71.7 y 74.3%
respectivamente desde 1998 al 2000).
El producto turístico cubano ha seguido
perfeccionándose y diversificándose,
añadiéndose al tradicional turismo de sol y playa y
al turismo de ciudad e histórico cultural, las más
diversas formas de turismo especializado como por ejemplo
eventos y
congresos, naturaleza, ecoturismo,
caza, pesca, salud, crucerismo,
multidestino, científico, incentivos,
etc.
En comparación con el inicio de la década
del 90, las habitaciones de 4 y 5 estrellas se han incrementado
considerablemente. La distribución por estrellas de las
habitaciones en el año 2000 se presenta a
continuación:
También se han confirmado en su labor y
perfeccionado el trabajo en
las 8 regiones turísticas priorizadas en el país en
donde se encuentran diseminados los atractivos turísticos.
Estas regiones son: La Habana, Varadero, Región Central
Sur, Jardines del Rey , Norte de Camagüey, Norte de
Holgüín, Sur de Oriente y Archipiélago de los
Canarreos.
Las regiones han realizado un trabajo estratégico
de planeamiento,
ampliando las capacidades habitacionales, los servicios y las
medidas de comercialización para atraer más
turistas a sus polos, integrándose cada vez más con
los sectores económicos de la región con los cuales
se desarrolla un activo intercambio.
Los últimos años han confirmado a la
Habana, Varadero y Jardines del Rey como los polos de mayor
arribo de turistas y además donde las capacidades de
alojamiento para el turismo internacional son mayores.
Regiones Turísticas priorizadas:
La Habana,
Varadero,
Jardines del Rey,
Norte de Camagüey,
Norte de Holgüín,
Sur de Oriente,
Región Central Sur y
Archipiélago de los Canarreos.
La estancia media de los turistas europeos en Cuba en
1998 fue de 11.34 día, teniendo como en otros
países una tendencia a disminuir
En el gráfico siguiente se observa claramente la
oscilación de la estacionalidad al empezar el eje de las x
por los meses de noviembre (N) y diciembre (D) y a
continuación el resto de los meses.
A mediados del 2001, las habitaciones ascendían a
36,000 en todo el país en 227 hoteles ofertables al
turismo internacional. Hay que considerar además que desde
1997 se autorizó la actividad económica del
alojamiento por cuenta propia, estimándose en unas 3000
las habitaciones que ofrece este sector.
Mejoras en
atractivos, accesos y facilitación
turística
En todo el país, para completar las facilidades,
se continúa desarrollando también una red extrahotelera,
aún relativamente pequeña, pero en crecimiento en
cuanto a número, tipos y calidad de los restaurantes,
cafeterías, discotecas, tiendas, etc. y comparativamente
mucho mayor en relación con las etapas anteriores. Junto a
los restaurantes tradicionales, ya se cuentan algunos nuevos que
comienzan a tener aceptación y fama entre los visitantes y
ha crecido considerablemente el número de centros de
comida ligera, lo que se ha visto ampliado a su vez por la
incorporación de restaurantes y comida ligera organizada
mediante el trabajo por cuenta propia.
La inauguración de la amplia y moderna Terminal
III del Aeropuerto Internacional José Martí,
la duplicación de la capacidad de recepción del
Aeropuerto de Varadero y la reactivación del Aeropuerto de
Santa Clara y la apertura del aeropuerto en Cayo Coco, establecen
las condiciones necesarias para el acceso por aire de los
turistas.
Existen 3 empresas de aviación – Cubana,
Aerocaribbean y AeroGaviota – y 71 compañías
extranjeras que realizan vuelos regulares o charters con Cuba,
cuando en 1991 sólo llegaban a suelo cubano 12
líneas extranjeras. Cubana de Aviación, la
línea de bandera, mueve 1 de cada 5 visitantes y realiza
un proceso de renovación de la flota aérea
planteándose mejorar la calidad del servicios y una alta
seguridad
operacional. Todo lo anterior se complementa con la existencia de
una red de 12
puertos, carreteras y vías ferroviarias a lo largo de todo
el país, así como una nueva terminal de cruceros en
la Bahía de la Habana.
La
comercialización turística
El rediseño del turismo a partir de 1994 con sus
implicaciones en la
administración estatal y empresarial y la
Política de Desarrollo hasta el año 2000, estaban
impregnados de un enfoque de marketing. En
la revisión correspondiente de la Política de
Desarrollo en 1997 ya se aplicaban Estrategias de
Productos Mercados, Competitivas y de Posicionamiento y
además se propuso un diseño
inicial del sistema de marketing, realizándose o teniendo
en cuenta investigaciones y otros análisis de mercados para ser considerados
en las medidas establecidas.
En el año 2000, se han diseñado
estrategias generales de Marketing que se aplican como
Consolidación en mercados en que Cuba es líder,
Crecimiento en mercados importantes, y Penetración en
importantes mercados emisores destacados a nivel
mundial.
Sin embargo, aunque se trabaja desde hace años y
hay resultados concretos en investigaciones realizadas y planes
elaborados por las empresas, por los destinos y por el conjunto
del país y en otros variados aspectos más, como
específicamente en el tratamiento de la información
sobre los principales mercados emisores, queda bastante por hacer
y etapas superiores que alcanzar. Por ejemplo, la oferta del
producto turístico de Cuba no se encuentra suficientemente
centrada en todos los casos en la demanda específica de
cada mercado y aunque existe una Política de Desarrollo
aún no está concluido un Plan Nacional de
Marketing. No obstante se están creando las condiciones y
hay propuestas concretas para perfeccionar en lo sucesivo el
trabajo de esta actividad.
Desde el punto de vista comercial en términos
generales los precios en el
sector son competitivos a nivel del Caribe. En ocasiones
moderadamente por encima y en otros por debajo de los principales
competidores. La política desarrollada no es competir en
precio sino en
calidad, en la medida en que el medio ambiente
en que se desarrolla el sector y el propio sector logre
alcanzarla según las medidas que sucesivamente se van
tomando.
Los principales países emisores de turismo hacia
Cuba son: Canadá (16,2%), Italia (19%),
España
(11,7%), Alemania,
Francia,
Austria, Suiza, Estados Unidos,
Argentina, Brasil, México y
Venezuela.
Como puede observarse, la mayor proporción del
turismo proviene de Canadá y Europa, ocupando los
visitantes europeos el 55% del total, lo que indica una fuerte
dependencia de esa área, lo que en cierto sentido nos hace
vulnerables ante cualquier cambio en la
región.
Las asociaciones
con el capital extranjero
El 5 de septiembre de 1995 quedó aprobada
entonces la ley 77 de Inversión
Extranjera, que ha enmarcado las regulaciones
jurídicas establecidas en las inversiones y relaciones con
capitales extranjeros que se han desarrollado en el Turismo en
Cuba y que buscan captar capital, tecnologías y
mercados.
En mayo del 2000 se reportaba la existencia de 26
empresas mixtas, con un capital total de más de 900
millones de dólares, de las cuales 24 eran cadenas
hoteleras. En abril del 2001 se reportaba la existencia de 29
empresas mixtas, con un capital total de más de 1089
millones de dólares, de las cuales 26 eran cadenas
hoteleras, las que tenían en operación 3700
habitaciones de un total de 15 600 comprometidas.
Otra de las variantes de asociación son los
contratos de
administración, donde la empresa nacional propietaria del
hotel, aunque participa con personal cubano, le entrega durante
un periodo determinado la dirección (la
administración) del mismo a una firma extranjera,
combinada generalmente con la comercialización,
financiamiento u otros aspectos, acordándose pagos a la
cadena internacional por la realización de dicha
actividad.
Según informe presentado por Consultores
Asociados S.A. el turismo a mediados del 2000 era el segundo
sector del país con más asociaciones
internacionales, con un total de 65, sólo superada por la
Industria Básica que cuenta con 87. En esta misma
información se señala que crecen también los
negocios inmobiliarios, existiendo 19 empresas mixtas ya sea con
fines turísticos, para alquilar viviendas u
oficinas.
Así, puede afirmarse que un poco más de la
mitad de las habitaciones existentes en el país en el
año 2001 estaban sujetas a operaciones de
comercialización internacional, ya sea por pertenecer a
empresas mixtas o por encontrarse bajo contratos de
administración.
Es de destacar que el peso fundamental de las
inversiones turísticas realizadas en Cuba en este periodo
es de origen nacional. Se ha publicado en más de una
ocasión en las revistas especializadas de turismo que solo
1 de cada 5 dólares invertidos en el turismo proceden de
un origen foráneo, lo que destaca el esfuerzo del
país, sin desconocer el aspecto cualitativo y la
significación competitiva y de nivel internacional que ha
tenido la inversión extranjera.
Así, nuevas cadenas hoteleras de prestigios
internacionales siguieron sumando al trabajo del turismo en Cuba.
Y continúa destacándose entre ellas la Cadena
Hotelera Sol Meliá, como sexto grupo hotelero a nivel
mundial y primero en España.
El efecto
arrastre del turismo en la economía
cubana
Los ingresos asociados al turismo como proporción
del PIB en 1990 era de 1.8%, los que se han elevado en el 2000
hasta una participación del 11.7% (ingresos por turismo y
por transporte internacional). "La participación del
turismo en los ingresos de la balanza de cobros y pagos de la
nación
fue de solamente un 4% en 1990, en 1999 alcanzó a ser
superior al 40%". Cálculos de la ONE, arrojan que los
ingresos por turismo y transporte internacional abarcan el 48.4%
de todos los ingresos por exportaciones y servicios en la balanza
de pagos del país en el 2000.
Mediante la inversión en esta década se
dedicaron unos 3800 millones de pesos al turismo, representando
una quinta parte de todas las inversiones ejecutadas en el
país, según la misma fuente anterior. Por otro lado
entre 1990 y 1998 en forma directa o indirecta se estima que se
destinaron al turismo unos 2500 millones de dólares,
generando ingresos inducidos por 656 millones de dólares a
otras ramas. Recordemos que 4 de cada 5 dólares destinados
a la inversión turística fueron proporcionados por
fuentes de
origen nacional.
Anualmente entre 3000 y 4000 habitaciones nuevas o
remodeladas se han venido entregando al turismo.
Por otro lado la agricultura recaudó más
de 120 millones de dólares en el año 1998 por
concepto de ventas de
productos agrícolas y artesanías para el turismo,
45 millones encima de lo recaudado en 1997, lo cual se ha ido
incrementando en los sucesivos años. Estos ingresos en
divisas se destinan a las importaciones y
al desarrollo de los distintos planes agropecuarios.
Durante 1999 la economía nacional estaba
recibiendo el influjo de 1300 millones de dólares, una
parte de ellos, 200 millones para financiar inversiones, todo
procedente del turismo junto con el sistema bancario y la
recaudación de las cadenas de tiendas que venden en
divisas.
Es cierto que aún no es estable para todo el
sector la calidad de los servicios, siendo en algunos lugares
alto, muy alto e incluso de excelencia, sin embargo en otras
dependencias y establecimientos subsisten fallas y errores; que
en general es necesario elevar más el rigor del
profesionalismo, que aún es insuficiente la red
extrahotelera y los lugares de diversiones, que es necesario
reforzar la defensa del consumidor y
desarrollo del turismo nacional, que se requiere continuar
mejorando la actividad de las construcciones hoteleras, que la
comercialización, las negociaciones y las ventas son
todavía susceptibles de mejorar y que a la profesionalidad
de la administración, la elevación de la eficiencia
y el aumento del rendimiento económico, le queda bastante
por hacer y generalizar.
Sin embargo es claro también el avance en el
nivel de la profesionalidad general del sector y la
significación creciente como el de mayor ritmo de
crecimiento, volumen de ingresos brutos y primero por la
capacidad de multiplicar sus efectos para toda la
economía, recuperación de actividades, apertura de
empleos y avances en distintas regiones del
país.
Por todas estas razones, son alentadoras las
perspectivas del turismo en Cuba, que han contribuido
decisivamente al proceso de recuperación de la
economía y que podrán continuar haciéndole
seguramente en los próximos años en mayor o menor
medida.
Cuba en el
Caribe
Cuba, que en el año 90 tenía una cuota de
participación de 2.1% en las llegadas al Caribe y de 3.9%
en los ingresos, ha pasado a tener en el 2000 una cuota de 9.9%
en llegadas y de 10.2% en ingresos, todo según
cálculos basados en informaciones oficiales de la OMT,
destacándose en los primeros lugares en toda la
década por los ritmos de crecimiento tanto de llegadas
como de ingresos. En particular siguiendo a la OMT, es de
señalar que en el periodo 1995-1999 Cuba y República
Dominicana, son los dos únicos países, entre
los de mayor dimensión, que con más de un
millón de llegadas alcanzaron un crecimiento medio anual
de dos dígitos: 20 y 11% respectivamente"
Un cuadro de la posición de Cuba y de los
principales destinos del Caribe en relación con la
totalidad de los destinos de esta región a partir de las
llegadas, los ingresos, sus respectivas cuotas y los ritmos de
crecimientos medios de los últimos años se muestra a
continuación:
Es cierto que al otorgársele una mayor prioridad
al turismo en Cuba, a pesar de no tener acceso libre al mercado
norteamericano, se abre otro destino importante y otras
oportunidades de viajar al Caribe. La novedad y las diferencias
existentes entre el mercado turístico cubano y el resto de
los países del Caribe, han influido también en los
altos niveles de crecimiento de las llegadas a Cuba en los
últimos años, partiendo, además de niveles
relativamente bajos. No necesariamente el sector turístico
de Cuba tiene que crecer siempre así, siendo probables
crecimientos más moderados en los próximos
años con aspiraciones más significativas en el
crecimiento de los niveles de calidad, eficiencia e ingresos por
turista, este último valor, aunque en la actualidad
mayor que las grandes islas más bajo que el promedio del
resto de las pequeñas islas del Caribe y especialmente de
aquellas que desarrollan turismo de juego.
Los principales emisores al Caribe son EE.UU. Reino
Unido, Canadá, Francia, Países bajos e Italia.
Resulta significativo que Cuba sea aventajada en llegadas e
ingresos turísticos solamente por Puerto Rico y
República Dominicana, que tienen acceso al mercado
norteamericano sin ninguna limitación, mientras que a Cuba
le está vedado este mercado.
En 1999, el primer emisor a Cuba, Canadá,
siguió enviando más turistas a Cuba que a cualquier
otro destino del Caribe. Alemania, segundo emisor a Cuba, tiene
como su primer receptor en el Caribe a República
Dominicana y en segundo lugar a Cuba. Italia, España y
México enviaban en esta fecha la mayor cantidad de
turistas hacia el Caribe específicamente a Cuba. Cuba
ocupa el 4to. lugar en el Caribe con relación a los
visitantes de Francia después de Guadalupe, Martinica y
República Dominicana. Igualmente ocupa el cuarto puesto
entre los llegados de Inglaterra (después de Barbados,
Jamaica y República Dominicana).
Cuba pertenece a la Asociación de Estados del
Caribe (AEC) desde su creación.
Proyecciones
futuras hasta el 2010
El turismo cubano crecerá un 13 por ciento en el
2008 respecto al año anterior y este año
será el de "mayor crecimiento" en afluencia de turistas y
en resultados económicos para el sector.
Cuba recibió 2,1 millones de visitantes
extranjeros el 2007, según cifras oficiales. Sin embargo,
el turismo fue desplazado el pasado año como principal
fuente de ingresos en divisas por las exportaciones de
níquel.
El turismo cubano en el 2008 goza de vitalidad y
continúa creciendo un 13 por ciento con relación al
año anterior
El sector turístico se contrajo en los
últimos años debido a la pérdida de competitividad
de sus tarifas y la baja calidad de los servicios, frente a otros
destinos más baratos en el Caribe, como la
Península de Yucatán en México y
República Dominicana.
Para revertir la situación y ampliar la capacidad
hotelera, el Gobierno cubano
acometerá construcción de 30 nuevos hoteles hasta
el 2010 con capitales de España y China.
Cuba tiene actualmente una capacidad hotelera de 46.000
habitaciones, que se ampliaría en más de un 21 por
ciento cuando estén listas las nuevas instalaciones
turísticas.
Hasta el mes de mayo, Cuba había recibido poco
más de un millón de turistas extranjeros, superando
en un 14,6 por ciento a igual período del año
anterior, según cifras oficiales.
Consideraciones
finales
Como resultado de los análisis expuestos a lo
largo del trabajo se han podido determinar un conjunto de
elementos que posibiliten el ulterior diseño de
alternativas estratégicas para el desarrollo futuro del
sector. Estos elementos pueden ser clasificados de acuerdo a su
procedencia (interna o externa) lo que permite su
agrupación en términos de oportunidades, amenazas,
fortalezas y debilidades.
Las principales oportunidades y amenazas que destacan de
un análisis preliminar del entorno competitivo de Cuba
podrían ser:
Oportunidades
Los estudios internacionales en materia de turismo
prevén un crecimiento continuado del flujo de turistas
a nivel mundial, el cual se encuentra avalado entre otros
factores por: evolución sociodemográfica
favorable, primando en los países emisores parejas de
mediana edad sin hijos y jubilados con mayor capacidad de
gasto, las estadísticas del consumo de los hogares
están pasando a registrar el turismo por su peso
relativo de ser un servicio de lujo a un hábito al que
resulta difícil, avances tecnológicos y
abaratamiento relativo de los costos de comunicación y
transporte, lo cual favorece los viajes entre distancias no
tan cortas y además incrementa las posibilidades de
distribución de los productos turísticos
facilitando concepciones mas flexibles y personalizadas de
los viajes, el auge de la inversión extranjera y los
flujos comerciales entre Cuba y los países del
área pueden también tener un efecto estimulador
de las corrientes turísticas.
Amenazas
La guerra económica, actualmente recrudecida
(Ley Helms-Burton) que el gobierno de Estados Unidos mantiene
hacia Cuba, ha conducido tanto a la prohibición de
viajar a la Isla para los ciudadanos norteamericanos lo que
nos priva de un mercado cercano y con alta tradición
de turismo. Como a la imposibilidad de contar con una fuente
de suministros para la industria turística cercana y
por tanto más rentable desde el punto de vista
económico.No debe desestimarse la competencia que representa
los restantes destinos turísticos tradicionales que
cuentan con la fidelidad de sus clientes, el know-how
hotelero, la capacidad de gestión acumulada y
estructuras administrativas sectoriales adecuadas a este
quehacer.
Fortalezas
La primera ventaja a señalar esta constituida
por el excelente inventario de atractivos de diversa
índole con que cuenta el país,
destacándose en este sentido la potencialidad
existente para atraer los segmentos del mercado en
expansión en la actualidad, como puede ser el
ecoturismo, el turismo de salud, el desarrollo de congresos,
convenciones y otros eventos similares.Contar con un ambiente sano, tanto desde el punto de
vista social, como epidemiológico, libre de entornos
naturales contaminados (salvo raras excepciones) o altamente
congestionados lo hace un destino mucho más atractivo.
Debe destacarse en este sentido la existencia en nuestro
territorio de cuatro reservas de la biosfera, más de
350 áreas protegidas y parques nacionalesUbicación geográfica satisfactoria,
que la convierte en un destino de fácil acceso y con
un clima privilegiado durante todo el año.Recientes inversiones en alojamientos apropiados a
los más variados gustos y necesidades,
acompañada de una fuerte inversión en
mejoramiento de la infraestructura que garantice una mayor
comodidad en la estancia en el país.Notable nivel educativo de la población en
general y de la población económicamente
activa, en particular, que proporciona a las empresas del
sector una magnifica posibilidad de brindar un servicio con
la máxima eficiencia y calidad. A esto debe unirse la
existencia de un sistema de instituciones para trabajar en la
formación y entrenamiento de los diferentes tipos de
trabajadores del sector (FORMATUR).
Debilidades
Las exiguas posibilidades de financiamiento con que
cuenta la economía, que dificultan en ocasiones el
desarrollo de la infraestructura necesaria para la oferta
turística establecida, a la velocidad
adecuada.Mejorar el control interno y la gestión
económica, considerando fundamentalmente el control
financiero durante todo el proceso.La concentración de la industria
turística cubana en dos importantes zonas: La Habana y
Varadero, y la mayor afluencia en el destino SOL Y
PLAYA.La oferta de actividades complementarias -centros de
recreación, salas de espectáculos, museos,
exposiciones permanentes, etc.- aún dista mucho de
encontrarse a la altura de las expectativas de gran parte de
los visitantes.Es necesario mejorar sustancialmente la
estética urbana en muchos lugares del país,
especialmente en la capital y ciudades cabeceras de
provincias, muy afectadas por el deterioro, resultado de
nuestras carencias económicas, que no propician un
panorama agradable a los turistas.En la medida que el turista internacional se hace
cada vez más conocedor de sus posibilidades, es
necesario seguir perfeccionando la relación calidad
precio de las ofertas, para lo que resulta imprescindible
mantener una continua retroalimentación
cliente-sector.Falta de integración interna entre la
industria nacional y el sector turístico en materia de
suministros de bienes y servicios que actualmente tienen que
ser adquiridos en el exterior.
El sector turístico cubano se enfrenta al
desafío de elevar su capacidad competitiva con importantes
oportunidades que pueden ser aprovechadas, así como un
grupo de fortalezas que pudieran servir de apoyo a este proceso.
Sin embargo, muchos son los obstáculos a sortear. Las
amenazas que presenta el entorno internacional, matizado, en
primer lugar, por el brutal bloqueo norteamericano, plantean un
reto "sui generis". Por otro lado, las debilidades asociadas a
factores objetivos y
subjetivos tendrán que ser eliminadas mediante el
diseño de una estrategia coherente en la que se involucre
adecuadamente el uso del potencial humano del país como
recurso económico principal.
Autor:
Lic. Deneb Bermúdez
Tarifa
Enero del 2009
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